“La diálisis no marca el fin de la vida”

Loreto empezó a tener problemas renales cuando tenía 19 años y ha sido trasplantada tres veces. Antes de esa edad, a causa de unas fiebres, le habían diagnosticado una proteína en el organismo, la inmunoglobulina A, que ayuda al cuerpo a combatir infecciones, pero que se estaba depositando en sus riñones, aunque aún no había fallo renal. A partir de los 19 años sufrió una subida de la tensión arterial que le provocó un daño renal que iba en progreso. A los 23 años empezó a recibir diálisis y, sin planearlo, se quedó embarazada mientras estaba en tratamiento. Ha escrito un libro, ‘Lo que la vida esconde’, en el que cuenta su vida y explica cómo ha superado la enfermedad, los trasplantes a los que se ha tenido que someter, y los sueños que ha ido cumpliendo, además de facilitar una serie de técnicas de desarrollo personal para facilitar este proceso a otras personas. Es una defensora de que la vida, además de desafíos, presenta oportunidades para encontrar alegría y aceptación.

Como persona trasplantada dice disfrutar de una buena calidad de vida y tiene un mensaje claro: “la diálisis no marca el fin de la vida. Existen maneras de adaptarse y superar las circunstancias”.