Enfermedad renal

Mujer y enfermedad renal

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Trastornos Hipertensivos del Embarazo (THE)

La hipertensión arterial que aparece en el contexto del embarazo no es una hipertensión arterial “clásica”, como la que se presenta en la población general. De hecho, la aparición de dicha hipertensión arterial en la mujer embarazada es secundaria a unas proteínas llamados factores angiogénicos secretados por la placenta y que se distribuyen por todo el organismo, aumentando el riesgo de eventos cardiovasculares en distintos órganos vitales como son el cerebro, el corazón o el riñón.

Los THE aumentan el riesgo de otras enfermedades en edades más tardías como el ictus, enfermedad cardio isquémica e incluso demencia. Dentro del grupo de los THE podemos encontrar diversas patologías:

  • La hipertensión gestacional es la presión arterial alta que comienza después de la semana 20 sin causar problemas en los riñones u otros órganos. Algunas mujeres con hipertensión gestacional pueden padecer preeclampsia.
  • La hipertensión crónica es la presión arterial alta que estaba presente antes del embarazo o que aparece antes de la semana 20 de embarazo. La presión arterial alta que continúa durante más de tres meses después del embarazo también se denomina “hipertensión crónica”.
  • La hipertensión crónica con preeclampsia superpuesta se produce en mujeres con el diagnóstico de hipertensión crónica desde antes del embarazo, en quienes empeora la hipertensión arterial y que presentan proteína en la orina u otras complicaciones durante el embarazo.
  • Preeclampsia/Eclampsia es la hipertensión arterial diagnosticada después de 20 semanas de gestación sin complicaciones hasta dos semanas después del parto y proteínas en orina. También se considera preeclampsia si presenta alguno de estos criterios como plaquetas bajas, insuficiencia renal, elevación de transaminasas hepáticas, alteraciones visuales, convulsiones, aunque no haya proteínas en orina.

Algunos datos

Entre el 6% y el 8% de los embarazos se complican a causa de trastornos hipertensivos del embarazo (THE). Trastornos que dejan una huella de riesgo cardiovascular y un mayor riesgo a desarrollar enfermedad renal crónica en el puerperio. 

Aproximadamente el 85% de las pacientes debutan con preeclampsia a partir de la semana 34 de gestación y/o en el parto y en un 10% de los casos se produce antes de las 34 semanas. 

En un 5% de los casos los signos y síntomas de la preeclampsia pueden aparecer en el postparto, especialmente en las siguientes 48 horas.

La preeclampsia multiplica x18 el riesgo de tener hipertensión arterial al año, siendo mayor este riesgo cuanto más severo y precoz es el cuadro. 

Aquellas mujeres que presentan una preeclampsia antes del parto tienen un 70% de riesgo de desarrollar HTA. Cifra que se reduce al 30% en aquellas que sufren una preeclampsia después del parto. 

Preguntas frecuentes

Actualmente, ¿las mujeres tienen más riesgo de tener preeclampsia?

El perfil de la mujer embarazada en el siglo XXI ha cambiado, y en la actualidad las mujeres se quedan embarazadas a mayor edad por lo que hay más riesgo de diabetes gestacional, más frecuencia de práctica de técnicas de reproducción asistida y más obesidad y enfermedad renal. Todos estos factores se asocian a un mayor riesgo de padecer preeclampsia o THE, lo que hace necesario una mayor vigilancia en las consultas y una mayor especialización en la fisiología cardiovascular del embarazo y la mujer. 

¿La preeclampsia es benigna o tiene riesgo para la mujer?

La preeclampsia era considerada una patología benigna y transitoria, pero en los últimos años se sabe que genera un riesgo cardiovascular añadido durante el parto y en el puerperio. Los eventos cardiovasculares, cuyo riesgo aumenta en el posparto, han sido recogidos en las revistas científicas como son el síndrome coronario, fenómenos tromboembólicos, el accidente cerebrovascular y la enfermedad renal. Los trastornos hipertensivos del embarazo dejan una huella de riesgo cardiovascular en la mujer y un mayor riesgo a enfermedad renal crónica tras el parto, siendo causantes de complicaciones en el 6% y el 8% de todos los embarazos.

¿Qué síntomas tiene la preeclampsia?

Las características que definen la preeclampsia son la presión arterial alta, la proteinuria u otros signos de daños renales o en otros órganos. Es posible que no se presenten síntomas. Los primeros signos de preeclampsia suelen detectarse durante las visitas prenatales de rutina con el obstetra.

Además de la presión arterial alta, algunos de los signos y síntomas de la preeclampsia pueden ser los siguientes:

  • Exceso de proteínas en la orina (proteinuria) u otros signos de problemas renales como espuma en la orina, hinchazón de las piernas.
  • Niveles más bajos de plaquetas en la sangre (trombocitopenia).
  • Aumento de las enzimas hepáticas, que indican problemas en el hígado.
  • Dolores de cabeza intensos.
  • Cambios en la visión, que incluyen pérdida temporal de esta, visión borrosa o sensibilidad a la luz.
  • Falta de aire, debido a la presencia de líquido en los pulmones.
  • Dolor en la parte superior del abdomen, por lo general debajo de las costillas del lado derecho.
  • Náuseas o vómitos.

El aumento de peso y la hinchazón (edema) son normales durante los embarazos saludables. Sin embargo, la aparición repentina de un edema (especialmente en el rostro y las manos) o el aumento rápido de peso pueden ser signos de preeclampsia. 

Por ello, el conocimiento de los signos de alarma y la toma de tensión arterial son fundamentales para ser detectados de forma precoz. La hipertensión arterial significa presentar cifras de tensión arterial superiores a 140/90 mmHg. En caso de aparición de cifras superiores se debe acudir a un especialista o a su médico de familia. Es importante controlar la tensión y evitar irse a la cama con la tensión arterial elevada.

¿Qué complicaciones podemos tener mi bebé o yo sí tengo un trastorno hipertensivo del embarazo?

Entre las complicaciones de la preeclampsia, se incluyen las siguientes:

  • Restricción del crecimiento fetal. La preeclampsia afecta las arterias que suministran sangre a la placenta. Si la placenta no recibe la cantidad suficiente de sangre, el bebé puede recibir un nivel inadecuado de sangre y oxígeno, y menos nutrientes. Esto puede ocasionar un crecimiento lento, conocido como “restricción del crecimiento fetal”.
  • Nacimiento prematuro. La preeclampsia puede provocar un nacimiento prematuro no planificado (parto antes de la semana 37). Además, el nacimiento prematuro planificado es el tratamiento principal para la preeclampsia. Un bebé que nace de forma prematura presenta un mayor riesgo de sufrir dificultades para respirar y alimentarse, problemas auditivos y de visión, retraso en el desarrollo y parálisis cerebral. Los tratamientos antes del parto prematuro pueden disminuir algunos riesgos.
  • Desprendimiento de la placenta. La preeclampsia aumenta el riesgo de desprendimiento de la placenta. Con esta afección, la placenta se separa de las paredes internas del útero antes del parto. Un desprendimiento grave puede ocasionar un sangrado intenso, que puede poner en riesgo la vida de la madre y el bebé.
  • Síndrome de Hemólisis (la destrucción de los glóbulos rojos), aumento de las enzimas hepáticas y conteo bajo de plaquetas. Esta forma grave de preeclampsia afecta varios sistemas de órganos y pone en riesgo la vida de la madre y el bebé, y le puede ocasionar problemas de salud crónicos a la madre. Entre los signos y síntomas, se incluyen náuseas y vómitos, dolor de cabeza, dolor en la parte superior derecha del abdomen y una sensación general de enfermedad o malestar. En ocasiones, se presenta repentinamente, incluso antes de que se detecte la presión arterial alta. También puede desarrollarse sin síntomas.
  • Eclampsia. La eclampsia es la aparición de convulsiones o el inicio del coma sin signos ni síntomas de preeclampsia. Es muy difícil predecir si una paciente con preeclampsia padecerá eclampsia. La eclampsia puede producirse sin que anteriormente se hayan observado signos o síntomas de preeclampsia. Entre los signos y síntomas que pueden aparecer antes de las convulsiones, se incluyen dolores de cabeza intensos, problemas de visión, confusión mental o alteraciones en el comportamiento. Sin embargo, no suele haber síntomas o signos de advertencia. La eclampsia puede producirse antes, durante o después del parto.

¿Cómo puedo prevenir la preeclampsia?

Es importante que acudas a tus revisiones prenatales. Durante dichas consultas, el especialista de obstetricia si hay factores de riesgo, síntomas clínicos y por medio de analíticas sanguíneas y en orina puede detectar el inicio de preeclampsia durante el embarazo. Tras el parto, te harán revisiones con la matrona y con tu médico de atención primaria si hay signos o síntomas clínicos. La aparición de los marcadores anti angiogénicos como (sFLT1, PLGF) pueden ayudar a los obstetras a anticiparse en el diagnóstico de preeclampsia.

Es posible que tu médico te recete aspirina a dosis bajas. Antes de quedarte embarazada, especialmente si has tenido preeclampsia, es recomendable que hables con tu médico y especialista para prevenir los riesgos cardiovasculares asociados.

¿Qué factores de riesgo se asocian a preeclampsia?

Preeclampsia en un embarazo previo.

Embarazo múltiple.

Presión arterial alta crónica (hipertensión).

Diabetes tipo 1 o tipo 2 previa al embarazo.

Enfermedad renal.

Trastornos autoinmunitarios.

Uso de fertilización in vitro.

Obesidad.

Antecedentes familiares de preeclampsia.

Madre de 35 años o más.

Raza africana o latinoamericana sobre todo América central.

¿Qué es la preeclampsia?

Carolina Gracia